Cuando se lleva retraso con respecto a un plan, evitar lamentarse y desalentarse ante la vista de lo que queda por hacer. Mas que ver en ello una montaña infranqueable efectuar una tarea tras otra sin pensar en lo que queda. Y meditar esta frase de la sabiduría popular. " Por lo menos, lo que está hecho ya no debe hacerse". Al cabo de poco tiempo, al final te sorprende lo que has acabado haciendo a pesar de todo.
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