sábado, 29 de enero de 2011

El arroyo.


Cuando un arroyo corre sobre las rocas, las rocas, las ondas, remolinos y formas que adopta la espuma resultan indiferentes y no afectan a su esencia; pero el hecho de que sigan la ley de la gravedad, comportándose como un fluido que cambia constantemente y que carece de forma, es algo que si se encuentra en su esencia, en su idea, que se pone de manifiesto si se pasa a conocerlo de forma intuitiva; pues tales formaciones existen únicamente para nosotros, en la medida en que conocemos como individuos. 

1 comentario: